INVESTIGACIÓN. Son alumnos del colegio Domingo Savio y su idea busca generar una alternativa a los combustibles fósiles.
Alejandro, Joel y Joaquín vivieron las últimas semanas entre las lagunas de oxidación de la cooperativa de agua, los laboratorios de la universidad estatal y sus clases en el colegio Domingo Savio. Los tres adolescentes, bajo la guía de su profesora de biología, Alicia Veintemillas, se trazaron una meta: generar una alternativa para reducir la contaminación y el uso de combustibles fósiles.
Este jueves, como equipo y representando a Bolivia, iniciaron su participación en InfoMatrix Latinoamérica, que se realiza en Guadalajara, México, y donde esperan obtener un cupo para la competencia iberoamericana, en España.
El grupo compite en la categoría de ciencia aplicada con un proyecto innovador que utiliza microalgas para producir biodiésel, como una alternativa sostenible frente al uso de hidrocarburos. La propuesta incluye la captura de dióxido de carbono a través del cultivo de microalgas originarias de Santa Cruz, procesándolas posteriormente a través de un método de transesterificación para obtener biodiésel.
Alicia y sus estudiantes, a los que se sumó Sofía Buchón para apoyarlos en la comunicación, trabajaron durante meses para desarrollar y validar el proyecto, que nació al ver el potencial el potencial de las lagunas de oxidación en Santa Cruz como fuente de microalgas. Ahora, con los resultados en mano, buscan mostrar al mundo el talento y la capacidad de innovación científica que existe en Bolivia.
Circularidad
Veintemillas explicó que el proceso es circular y no contaminante, ya que se realiza en biorreactores cerrados que no interfieren con los ecosistemas naturales. Además, la iniciativa contempla posibles aplicaciones adicionales, como la producción de suplementos alimenticios y agua para riego agrícola.
Los jóvenes trabajaron en los laboratorios de la empresa estatal, donde tuvieron apoyo de los profesionales.
La investigación se llevó a cabo en colaboración con la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), donde los estudiantes accedieron a los laboratorios de la Facultad de Ingeniería Ambiental. El equipo contó con el apoyo de docentes y especialistas como Marisol Toledo, Ana Quevedo e Isabel Magne, quienes acompañaron los procesos de validación científica.
Al explicar su propuesta, enfatizan que el sistema no afecta los ecosistemas. Por el contrario, eliminar las microalgas pueden contribuir a oxigenar las lagunas o cursos de agua, donde la falta de oxígeno suele provocar mortandad de peces.
El equipo
Los cuatro alumnos están en la fase final de su formación escolar. En la prepromo están Alejandro Mendoza, quien tiene 16 años y esperar biotecnología en el extranjero; y Franco Reguerín, el que cumplirá 17 años en México y también apuesta por la biotecnología, con el deseo de diseñar e innovar para mostrar al mundo lo que se puede hacer en Bolivia.
Joel Durán, tiene 17 años y está a punto de salir bachiller, cuando seguirá sus estudios de Medicina; y Sofía Buchón, que también está en la promo y apoyó al grupo en las redes sociales, lo que refleja su preferencia por el marketing.
La profesora, Alicia, habla con mucho orgullo del grupo y asegura que “ellos me dieron la oportunidad de volver a mi origen, a la biología”. Ella acompaña al grupo que por estos días competirá con universitarios.
Ya en México, así daban los últimos toques al material que están exponiendo durante la competencia.
La competencia
En México compiten con material gráfico y explicativo, además de un biorreactor casero. Debido a las restricciones de los vuelos internacionales, no pudieron transportar muestras físicas del producto final, por lo que optaron por recursos visuales para explicar el proceso.
Este viaje, que fue costeado por los padres de los jóvenes, representa no solo un desafío académico, sino también una oportunidad para visibilizar el talento juvenil boliviano y su potencial para contribuir a soluciones frente a la crisis climática.
“Queremos demostrar que Bolivia tiene mucho que ofrecer en innovación”, concluye Alicia.
El equipo tiene clara la siguiente meta. Si llegan a la final en España, estarán participando con el biodiésel que ya han obtenido en laboratorio.
En el proceso de investigación, también surgió un cuento: Los guardianes del verde. Con ayuda de la inteligencia artificial, recrearon el proceso.
