TALENTO. Forma parte de un equipo de cinco estudiantes bolivianos, que se prepara intensamente para la competencia. Necesitan fondos para llegar a París.
Carlos Zerna Orellana está en la promo del Colegio Santa Ana de Sucre. Los últimos meses han sido agitados, pues a las actividades de su último año escolar, ha sumado clases adicionales en física -incluyendo la cuántica- y pasa una semana al mes en Cochabamba para completar su formación en los laboratorios de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
Así se prepara para uno de los mayores desafíos de su vida: representar a Bolivia en la Olimpiada Internacional de Física 2025, que este año se celebrará en París, Francia. Forma parte del equipo boliviano que logró clasificar tras un riguroso proceso de selección nacional y que también está integrado por Andrés Villanueva y René Arroyo, sus compañeros de curso; José María Alvarado, del colegio Montessori de Sucre; y Ernani Dalagnol, de la Unidad Educativa Alemán Santa María, de Cochabamba. Los acompañará el ingeniero Marko Andrade, docente de la UMSS.
La competencia, considerada la más prestigiosa del mundo en su categoría, reunirá del 14 al 21 de julio a estudiantes de secundaria de más de 80 países. Bolivia retorna este año, luego de no asistir a la edición de 2024 que se realizó en Irán.
Esfuerzo y sin apoyo institucional
Bolivia retorna a la competencia gracias al esfuerzo que cada una de las familias está realizando para costear el viaje. Carlos y sus compañeros fueron seleccionados entre los mejores de distintas olimpiadas nacionales como las organizadas por la Universidad Mayor de San Simón (SAMCI), la Universidad Mayor de San Andrés y las Olimpiadas Científicas Plurinacionales. En enero, los finalistas rindieron una última prueba que definió al equipo nacional.
Desde entonces, su preparación ha sido intensa, incluyendo clases avanzadas de cálculo y física teórica, que también tienen un costo. En las últimas semanas, Carlos ha sumado clases virtuales de física cuántica.
Pese al prestigio de la competencia a la que asistirán y al esfuerzo de los estudiantes, las dificultades económicas han sido una constante. “Todos los gastos los estamos cubriendo por nuestra cuenta”, explica Carlos. Solo la inscripción cuesta 550 euros por participante, sin contar los trámites de visado, pasajes, estadía y materiales de estudio. La familia también asumió el costo de los viajes semanales a Cochabamba.
“Enviamos cartas a muchas instituciones: Ministerio de Educación, la Gobernación, la Alcaldía, Entel… todos respondieron que no hay presupuesto”, lamenta Nelly Orellana, madre de Carlos.
“Ellos ganan, se esfuerzan, pero no hay apoyo. Es una pena”, lamenta Nelly Orellana.
La familia ha tenido que recurrir a créditos, a la ayuda de amigos y a una red de solidaridad entre padres para reunir los fondos necesarios. Una historia repetida en el país con jóvenes que quieren probar sus conocimientos a nivel internacional.

Los integrantes del equipo boliviano junto a su tutor, cuando fueron a La Paz para solicitar visa.
Una pasión que nació con el ajedrez
Carlos descubrió su afinidad por los números desde pequeño, cuando se apasionó por el ajedrez. Más adelante, su interés se volcó hacia la física. “Me gusta resolver problemas, hacer cálculos, entender cómo funcionan las cosas. Esta olimpiada me emociona porque podré poner a prueba mis conocimientos y aprender aún más”, cuenta.
Su sueño es estudiar física en el exterior, seguir experimentando, enseñar y contribuir desde la ciencia. Para él, París no es solo una meta académica: es una oportunidad de mostrar que en Bolivia hay talento y merece encontrar apoyo.
¿Cómo ayudar?
Carlos y sus compañeros viajarán el 14 de julio. Aún necesita recursos para costear el viaje y diversos gastos. Por ello, su hermana inició una campaña a través de redes sociales.
La 55ª Olimpiada Internacional de Física (IPhO) se celebrará en París, Francia, del 17 al 25 de julio de 2025. Esta competencia está dirigida a estudiantes de secundaria de todo el mundo y busca evaluar sus conocimientos, habilidades de resolución de problemas y habilidades prácticas en física teórica y experimental, según la web de la organización.
Su principal objetivo es evaluar el máximo nivel de conocimientos, pensamiento crítico, resolución de problemas, prácticas adecuadas de presentación y análisis, y habilidades prácticas en física teórica y experimental.