RESCATE. El pequeño perezoso movilizó a decenas de personas. Desde las que dieron la alerta hasta las que lograron bajarlo de los cables de alta tensión.
Ulises vivió una verdadera odisea. Durante tres días, el perezoso estuvo colgado de uno los cables de alta tensión que cruzan el puente del Urubó, sobre el río Piraí, en Santa Cruz. La pequeña figura llamó la atención de quienes transitaban por la zona y dieron la voz de alerta. La movilización fue inmediata y la acción de ciudadanos y movimientos ambientalistas, sumada a las de la Gobernación de Santa Cruz y la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE), hicieron posible el rescate.
Ulises, como su homónimo griego, vivió horas de angustia. Desorientado y en peligro, el pequeño perezoso finalmente fue rescatado la tarde del martes gracias a la intervención del equipo de Biodiversidad de la Gobernación cruceña, con el apoyo de CRE, tras un fuerte llamado ciudadano.
Vecinos del Urubó Village fueron los primeros en alertar sobre la presencia del animal, colgado de una torre eléctrica. Testigos indicaron que llevaba varios días atrapado, lo que generó gran preocupación. Se trataba de un “perico”, como se suele llamar en la región a este habitante habitual de las áreas verdes de la zona.
Durante el rescate se tomaron todas las previsiones para proteger al pequeño perezoso. Foto: GAD
Movilización
Ambientalistas como Daniela Justiniano, líder de la organización Alas Chiquitanas, se movilizaron de inmediato, en una cruzada que se extendió hasta Cochabamba. Enviaron cartas y mensajes de auxilio, primero a la CRE, y luego a la Empresa Nacional de Electrificación (ENDE), entidad a cargo de las líneas donde se encontraba el animal. La confusión sobre a quién correspondía la responsabilidad demoró la respuesta, pero no la voluntad de actuar.
La Gobernación informó que su equipo de Rescate de Fauna Silvestre, en coordinación con la CRE, respondió al llamado de emergencia realizado por vecinos del Urubó Village, quienes reportaron que un perezoso se encontraba atrapado en lo alto de una torre de alta tensión y en riesgo de caer.
“Gracias a la rápida intervención de la CRE y a la asistencia técnica veterinaria brindada por nuestro equipo, el animal fue rescatado sano y salvo. Recibió la atención médica necesaria y posteriormente fue trasladado a una zona segura”, informaron a través de un post en las redes sociales de la entidad.
Tras su rescate, Ulises fue evaluado por el equipo veterinario y, para alivio de todos, no presentó lesiones. Luego de asegurarse de que estaba en perfecto estado, fue liberado en una zona segura, lejos de los postes de luz.
El equipo de Biodiversidad de la Gobernación constató que se encontraba en buenas condiciones, antes de devolverlo a su hábitat. Foto: GAD
Es necesario prevenir
El caso despertó una reflexión colectiva: es necesario prevenir. Organizaciones ambientalistas y vecinos plantean conformar un equipo multidisciplinario que analice medidas de protección para evitar que la fauna silvestre quede atrapada en estructuras de electrificación.
El perezoso no sufrió lesiones. Los veterinarios lo certificaron. Foto: GAD
Las leyes bolivianas -como la Ley N.º 1333 de Medio Ambiente y la Ley N.º 938 de Protección a la Fauna Silvestre- respaldan la obligación de proteger la vida silvestre. También instan a empresas de servicios públicos a establecer mecanismos de atención rápida para este tipo de emergencias.
“Gracias a todos los que no se rindieron. Ulises, como lo llamamos por la odisea que vivió, vuelve a la naturaleza, y con él, una valiosa lección: cuando actuamos juntos, protegemos la vida”, expresó Daniela Justiniano, líder de Alas Chiquitanas.
Ulises a salvo. Lejos de los cables y retornando a casa. Foto: GAD
