Fortalecimiento del emprendimiento boliviano en 2024: una radiografía completa

René Salomón Vargas / Global Entrepeneurship Network Bolivia y director FTE *

Desde la iniciativa emprendedora lanzada en 2006 en Bolivia, liderada por figuras destacadas [1] , se ha evidenciado un cambio paradigmático en la cultura empresarial del país. La Red Bolivia Emprendedora y otras instituciones sembraron las bases para el desarrollo de un ecosistema emprendedor sólido. En los últimos años, las universidades bolivianas (públicas y privadas), especialmente aquellas que en su momento apostaron en áreas como economía, administración y tecnología, han experimentado una transformación significativa en la última década. Este cambio ha impulsado la creación de startups, emprendimientos y empresas junior, generando una rica diversidad de ideas en un mercado en crecimiento.

Un hecho para destacar es que la internacionalización ha dejado de ser una excepción. Startups bolivianas como Mamut, Pedidos Pet, SOS Agro, entre otras, han expandido sus operaciones a países vecinos como Paraguay, Perú y Brasil. Plataformas como Tu Gerente, Mi Tractor y Yaigo, compiten de manera exitosa, no sólo en el ámbito local sino también en mercados internacionales. En este proceso, las fundaciones se han convertido en catalizadores claves del ecosistema emprendedor. A través de alianzas con empresas, han surgido oportunidades a través de concursos, capacitaciones y asistencia técnica. Empresas multinacionales como la Cervecería Boliviana Nacional, fábricas como Cemento Warnes e Itacamba, y empresas como TIGO, han respaldado el desarrollo de startups mediante concursos tecnológicos y emprendimientos de impacto social y ambiental.

Entre los avances del ecosistema, también podemos destacar que la descentralización del desarrollo emprendedor ha permitido que ciudades como Sucre y Tarija promulguen leyes municipales de apoyo a los emprendimientos. Aunque La Paz, Cochabamba y Santa Cruz siguen siendo centros mucho más dinámicos, las ciudades intermedias como Montero, Trinidad, Potosí, Oruro y Cobija, muestran un crecimiento prometedor en sus ecosistemas locales.

Siguiendo una tendencia creciente a nivel mundial, la adopción de iniciativas y empresas de triple impacto, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ha redefinido la manera en que los emprendedores bolivianos abordan la responsabilidad ambiental, económica y social en sus proyectos, destacando su compromiso con prácticas comerciales sostenibles en el marco de programas ejecutados por la Fundación Trabajo Empresa e inspirados en el Sistema B.

Desafíos para 2024

Inclusividad y educación : El reto de fomentar la cultura emprendedora desde la educación primaria implica cultivar habilidades blandas y autoestima en los jóvenes, promoviendo el emprendimiento como una oportunidad, no sólo una necesidad. Además, la equidad de género debe abordarse mediante programas STEAM.

Acceso a recursos financieros : A pesar de algunos avances, el acceso a recursos financieros adaptados a las necesidades específicas de los emprendimientos, sigue siendo un desafío. La rigidez regulatoria de la ASFI, podría limitar el crecimiento en comparación con países con regulaciones más flexibles.

Marco legal y apoyo político : La aprobación de una ley de apoyo al sector emprendedor es crucial, y se espera que sea una respuesta técnica y no sólo una medida de coyuntura política. El respaldo continuo de los políticos, es esencial para consolidar al emprendimiento como un pilar estratégico en el desarrollo económico del país.

Internacionalización y escalabilidad : El desafío radica en destacar no sólo a nivel nacional sino también internacional. Esfuerzos como los de la Fundación IES, CAINCO y la Cooperación Suiza, han introducido los conceptos de venture capital y fondos de inversión para facilitar la internacionalización y escalabilidad de los emprendimientos bolivianos.

Rol de organizaciones internacionales : Organizaciones como Global Entrepreneurship Network, con eventos como Entrepreneurship World Cup y otros que propician la cultura emprendedora como los Startup Weekend, han proporcionado plataformas cruciales para que los emprendedores bolivianos se destaquen a nivel internacional.

En conclusión, el emprendimiento boliviano en 2024 se encuentra en una fase emocionante y desafiante. Con el respaldo continuo de diversas instituciones y sectores, los emprendedores bolivianos están bien posicionados para contribuir significativamente al desarrollo económico del país. Sin embargo, es imperativo abordar los desafíos identificados, para garantizar un crecimiento sostenible y equitativo del ecosistema emprendedor en Bolivia, asegurando así un futuro promisorio y competitivo en el ámbito internacional.

 

REFERENCIAS

[1] Miguel Hoyos – FUNDAPRO, Carola Capra-Proyecto BID, Álvaro Bazán – Fundación Emprender, Heiver Andrade – AVINA, Anne Arrazola – PNUD, René Salomón – Fundación Trabajo Empresa, entre otros.

  • René Salomón es ingeniero agrícola y economista agrícola con especialidad en Derecho Empresarial, emprendimiento e innovación, medio ambiente y desarrollo sostenible. Es Coordinador Nacional – Red Global de Emprendedores, director Ejecutivo de la Fundación Trabajo Empresa. En la actualidad está abocado al Desarrollo del Ecosistema AGTECH, el uso de Drones en Construcción de carreteras y edificios; y la capacitación en habilidades blandas, emprendimiento e innovación.