El trabajo infantil afecta a 138 millones de niños en el mundo

INFORME. Aunque se logró una disminución del 50% en este siglo, la eliminación aún está lejos. 54 millones realizan trabajos peligrosos. Hagamos Equipo 2.0 cambios en Santa Cruz.

El trabajo infantil retrocede, pero no lo suficiente. Cerca de 138 millones de niños están en esta situación, de los cuales 54 millones realizan trabajos peligrosos que pueden poner en riesgo su salud, seguridad o desarrollo.

Así lo establecen las nuevas estimaciones mundiales publicadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF, en el informe «Trabajo infantil: Estimaciones mundiales 2024, tendencias y el camino a seguir», publicado con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio.

Desde el año 2000, el trabajo infantil se ha reducido casi a la mitad, de 246 millones a 138 millones. Los últimos datos muestran una reducción total de más de 22 millones desde 2020, revirtiendo el alarmante repunte entre 2016 y 2020. A pesar de esta tendencia positiva, el mundo no alcanzó su objetivo de eliminar el trabajo infantil para 2025.

El derecho a jugar

El documento subraya una cruda realidad: aunque se han logrado progresos, a millones de niños se les sigue negando su derecho a aprender, jugar o, simplemente, a ser niños. Por ello, se dio a conocer en el Día Mundial del Juego, que se celebra el 11 de junio.

“Los niños deben estar en la escuela, y no en el trabajo. Los propios padres deben recibir apoyo y tener acceso a un trabajo decente que les permita que sus hijos estén en la escuela y no vendiendo cosas en los mercados o trabajando en las granjas familiares para ayudar a mantener a su familia», declaró el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo.

Aunque se perciben mejoras, aún queda un largo camino por recorrer antes de erradicar el trabajo infantil“, declaró el Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo.

La región

América Latina y el Caribe lograron una reducción relativa del 8 por ciento en la prevalencia y una disminución del 11 por ciento en el número total de niños en situación de trabajo infantil, señala el informe.

Sin embargo, “demasiados niños siguen trabajando en minas, fábricas o campos, a menudo realizando trabajos peligrosos para sobrevivir”, afirmó la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.

Desde esa entidad, el mensaje es claro. Se deben aplicar salvaguardas jurídicas, ampliar la protección social, invertir en educación gratuita y de calidad, y mejorar el acceso de los adultos a un trabajo decente. Los recortes en la financiación mundial, constituyen otro amenaza.

Los niños tienen más probabilidades que las niñas de participar en el trabajo infantil a cualquier edad, pero cuando se incluyen las tareas domésticas no remuneradas de 21 horas o más a la semana, la brecha de género se invierte, destaca el informe.

Hagamos Equipo 2.0

En Bolivia el trabajo infantil se ha reducido de manera progresiva desde 2008, pero aún supera el 20% entre los menores de 5 a 17 años, con mayor énfasis en las zonas rurales. La pandemia de Covid-19 marcó un profundo retroceso, como sucedió en el mundo entero.

En Santa Cruz surgió la iniciativa Hagamos Equipo 2.0, una alianza multisectorial que se relanzó en 2024 para contribuir a la reducción progresiva del trabajo infantil, con especial énfasis en la erradicación de las peores formas y sus determinantes, garantizando el respeto de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

La región tiene una ley departamental que prohíbe una serie de trabajos peligrosos, establece mecanismos de prevención, protección, monitoreo y articulación interinstitucional, y reconoce el rol del Gobierno departamental como articulador de acciones junto a municipios, instituciones públicas, privadas y sociedad civil.

Desde Hagamos Equipo 2.0 se sumó una dimensión estratégica, centrada en la trazabilidad de productos, el consumo responsable y la certificación con el Triple Sello a las empresas, como vías sostenibles para erradicar el trabajo infantil.

La identificación, prevención y remediación de cualquier impacto negativo sobre la niñez debe ser parte del día a día de las empresas. En alianza con la Red del Pacto Global en Bolivia, se realizarán capacitaciones, acciones de difusión y sensibilización, y estudios actualizados.

El pedido a los Gobiernos desde Unicef y la OIT

  • Invertir en sistemas de protección social, especialmente para los hogares vulnerables, incluidas prestaciones universales por hijo, para que las familias no recurran al trabajo infantil.
  • Reforzar los sistemas de protección infantil para identificar, prevenir y responder a los niños en situación de riesgo, especialmente a los que se enfrentan a las peores formas de trabajo infantil.
  • Proporcionar acceso universal a una educación de calidad, especialmente en las zonas rurales y afectadas por la crisis, para que todos los niños puedan aprender.
  • Garantizar el trabajo decente para adultos y jóvenes, incluido el derecho de los trabajadores a organizarse y defender sus intereses.
  • Hacer cumplir las leyes y la responsabilidad empresarial para acabar con la explotación y proteger a los niños en todas las cadenas de suministro.