Alcancía del reciclaje: los vecinos «ahorran» plástico y contribuyen a financiar obras en su barrio

INNOVADOR. El programa se inició en el barrio El Vergel del municipio de Sacaba, en Cochabamba. Los vecinos, la alcaldía y la empresa Mamut trabajan juntos.

Karina Vargas Alba / Cochabamba

Los vecinos del barrio El Vergel, en el municipio de Sacaba, en Cochabamba, encontraron una forma de contribuir al reciclaje del plástico y a la limpieza de sus calles, mientras ahorran para aportar en la renovación de su cancha. El ahorro se hacen en plástico y Tetrapak, materiales que habitualmente irían a un vertedero, y retorna en materiales para la cancha que están renovando.

Es la «alcancía del reciclaje», un proceso de innovación urbana, que suma la participación ciudadana a una alianza público-privada. Edwin Rodríguez es el presidente de la OTB El Vergel, en el distrito 2 del municipio de Sacaba. Hace unos meses se dio cuenta que se generaba una gran cantidad de botellas de plástico que terminaba en el basurero o se llevaba algún recolector. Buscando alternativas para aprovechar ese material, a través de internet se encontró con Mamut, una empresa cochabambina que ha consolidado los procesos de economía circular a través de la reutilización de las llantas en diversos productos, entre ellos los parques y canchas.

El gerente de Mamut, Manuel Laredo, se interesó de inmediato y visitó el barrio. Allí encontró el espacio indicado para desarrollar un nuevo proyecto en el marco del impulso a las ciudades sostenibles. Así nació la “alcancía del reciclaje”. Tras la primera reunión y la definición del proyecto, la recolección se inició en “big bag”, unas bolsas grandes en las que se van acopiando las botellas. En diciembre, en el marco de un proyecto piloto, llegó la primera alcancía a El Vergel, una estructura con tres “cajas” para hacer una adecuada selección del material reciclable y que incluyó un proceso de capacitación de los vecinos.

El proceso de recolección se inició en las «big bag» y tuvo una muy buena respuesta de los vecinos.

Rodríguez afirma que no esperaban la gran respuesta de los vecinos, en pocas semanas ya tenían más de 500 bolivianos en su cuenta, “es dinero que antes se iba a la basura”. Además, al ahorro “plástico” de los vecinos, se sumarán los recursos del municipio, pues lograron que la renovación de la cancha se incorpore en el Presupuesto Operativo Anual (POA). La meta es cubrir el 18% del costo con lo que se obtenga de la recuperación del plástico y que Mamut devolverá en materiales para la cancha, que “será más segura y contribuirá a embellecer la zona”, afirma Edwin.

El proyecto tiene un costo de 307 mil bolivianos, de los cuales, 57.000 serán costeados con el ahorro en plástico de los vecinos. La renovación de la cancha será con materiales reciclados, resistentes a la temperatura y de fácil limpieza, además de ser antideslizantes, brindar protección a las articulaciones e incorporar coloridos diseños. Mamut retira periódicamente el material. Hace el pesaje y queda registrado en una bitácora compartida.

Más alcancías, más reciclaje, más obras

El modelo de trabajo de El Vergel, pronto atrajo la atención de los barrios vecinos. En Los Pinos y San José de K’oripila iniciaron el acopio de su plástico y se abrió la opción de dar un paso más. Acordaron ahorrar en conjunto para avanzar más rápido en la concreción de diferentes proyectos.

Laredo explica que Mamut está impulsando este proyecto de la mano de la Fundación Aguayo. Junto con entregar las alcancías, ha sido esencial la capacitación para que los denominados “puntos verdes” funcionen.

“Queremos que la gente en vez de ir a botar sólo por un afán de no tener basura, lo haga porque sabe que, en vez de botar al basurero, ahí está poniendo platita”, además de aprender a realizar un reciclaje de calidad, dice Manuel Laredo.

Cada alcancía tiene tres espacios claramente definidos para una adecuada disposición de los materiales. El objetivo es hacer reciclaje de calidad.

Asegura que los resultados del plan piloto en El Vergel fueron “espectaculares”, lo que se reflejó en que el barrio de al lado comenzó a recolectar por su propia iniciativa y fue el primer paso para una alianza que ya suma a cinco. En este proceso, están trabajando con Mamut para identificar nuevos proyectos, como parques, topes viales y canchas, entre otros. “Apostamos a generar un cambio sistémico y un efecto multiplicador, y lo estamos logrando”, afirma.

Cristian Díaz es concejal municipal de Sacaba y está apoyando este proceso. Destaca la iniciativa de los vecinos y la posibilidad de establecer una alianza público-privada para desarrollar un nuevo modelo de financiamiento, lo que puede ayudar a enfrentar la reducción de recursos en los municipios. “Es importante que los ciudadanos se sumen a este tipo de iniciativas; ya no es uno, ni dos barrios, son más, bajo la lógica de hoy para ti, mañana para mí y así sucesivamente”, destaca.

“El aporte de la comunidad no será en dinero, pero refleja todo el esfuerzo y trabajo que están realizando en el marco del reciclaje y eso va a ayudar bastante. Este tipo de esfuerzos se van a consolidar y estoy seguro que va a repercutir, no sólo a nivel municipal, sino nacional”, afirma el concejal, que aspira a extender este modelo a todo el municipio de Sacaba.

Liz Cuba es presidenta de la OTB de San José de K’oripila, que se ha sumado a esta alianza y hoy contribuye a generar los ahorros para la primera obra.

Liz Cuba, es presidenta de la OTB de San José de K’oripila. A fines de 2023 vieron cómo empezaba a funcionar el proyecto en el barrio vecino y decidieron sumarse. Mientras aportan a reunir el plástico suficiente para la obra en El Vergel, ya han decidido renovar su parque. Además, destaca que, junto con realizar obras, el “ahorro” está aportando a la buena vecindad y al cuidado del medioambiente.

El domingo su OTB recibirá su alcancía para instalarla en un punto estratégico. En total se entregarán cinco, cuatro para los barrios y otra para un colegio de la zona, abarcando a más de 500 familias. Así, la economía circular y el impulso a las ciudades sostenibles tomará nuevos espacios, mientras los vecinos convierten en ahorro y nuevas obras, lo que hasta hace poco iba a la basura.